La Zona

Pueblo chico, incendio grande

Por FdR

La historia comenzó el mismo día en que el hombre decidió engañar a su mujer con otra algunos años más joven. Promediaba 2015 cuando el vendedor de productos relacionados con la actividad agrícola fue a buscar a General Pirán una relación que lo mantuviera a resguardo de su esposa en General Madariaga. Pero, tarde o temprano, cuando el tornillo hace juego, la rosca se falsea.

El hombre -o el varón, como gusta en estos tiempos llamar a los que vilipendian el género- mantuvo su doble vida en armonía hasta mediados del año pasado pero fue por ese entonces que maltrató a su amante y todo acabó con una denuncia y una restricción de acercamiento.

En pueblos chicos como Madariaga, o más chicos como Pirán, los infiernos suelen ser grandes con muy poca cosa y las noticias se propagan más rápido que un virus. Nadie las puede dejar pasar. Algunos no las quieren dejar pasar. Lo cierto es que la mujer del empresario tomó conocimiento de la notificación judicial y entonces descubrió el “affaire” de su concubino.

Sin ninguna de sus relaciones amorosas vigentes, el hombre perdió el control y a comienzos de años decidió desbarrancarse ya de manera definitiva.

El 13 de enero a las 3 de la madrugada el empresario acompañado de un cómplice llegó hasta la calle 9 de julio de Pirán y pese a la restricción de acercamiento se posó frente a la casa de su ex amante. Dentro de la vivienda dormía la mujer junto a sus hijos menores de edad.

Con claras intenciones vindicativas, ya que sin duda consideraba una injusticia su postergación, el hombre ordenó a su cómplice que actuara: éste tomó un bidón de combustible y lo vació sobre el vehículo de la amante. Luego apoyó el envase sobre el baúl y se tomó el trabajo de encender el fuego, lo que no le costó, paradójicamente, mucho trabajo. El despechado observaba todo desde la camioneta. Después ambos huyeron.

Las llamas se propagaron desde al automóvil hasta el portón del garage. En el interior, la mujer pudo despertar a los pequeños y escapar. Los bomberos sofocaron el fuego minutos más tarde.

La investigación recayó en la ayudantía fiscal a cargo de Diego Benedetti y en el Jefe de la DDI Santa Clara Del Mar, oficial principal Ernesto Martin y segunda jefa oficial inspector Mariana Volpe. Llevó algunos días desentrañar lo sucedido, porque ahora la historia se cuenta de forma invertida y así cualquiera. El 14 de enero había sospechas pero no pruebas, por lo que fue necesario convocar a testigos, verificar cámaras de seguridad e indagar en dolorosas intimidades.

En estas semanas la fiscalía imputó al empresario de desobediencia e Incendio, explosión o inundación con peligro común para los bienes, figura ésta que prevé una pena 3 a 10 años de prisión. Ayer se allanaron dos domicilios de Madariaga y se encontraron elementos de prueba incriminatorios. Por el momento, el empresario sigue en solitaria libertad pese al pedido de detención de la fiscalía. Las dos mujeres de esa historia con temor, aunque respaldadas en el accionar veloz de la Justicia.

 

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